El Amor

El Amor …Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que bronce que resuena o platillos que aturden. Aunque tuviera el don de profecía, penetrara todos los misterios, poseyera toda la ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás. ……… (Nuevo Testamento. Primera carta de San Pablo a los Corintios 12.31 –...

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El juicio contra otros

El Juicio contra otros Recuerdo una vez que en el colegio estaba teniendo problemas con un estudiante de mi curso. Todo lo que este niño hacía me irritaba mucho, y anduve durante semanas lleno de juicio contra él. Pregunté a mi padre y maestro acerca de esto, y él me dijo algo que nunca he olvidado: «Cuando traemos juicio a los demás, estamos trayendo juicio hacia nosotros mismos.» Lo que el maestro me enseñó fue que, aunque sólo fuera por eso, necesitaba abstenerme de juzgar a este chico, ya que eso sólo iba a hacerme daño a mí mismo. Por supuesto, hablamos largo y tendido acerca de por qué el juicio estaba ahí en primera instancia. Una de estas lecciones es que cada uno de nosotros es un espejo para los demás. Cuando nos enfadamos por el comportamiento o los rasgos de otra persona, estamos realmente enfadados con ellos porque nos están mostrando una parte de nosotros mismos a la que preferimos no enfrentarnos. La verdad es que probablemente estemos demasiado asustados como para confrontarla. Nuestro juicio en contra de los demás es realmente un juicio en contra de nosotros mismos. Una enseñanza clave es que debemos reconocer la chispa de Luz que hay dentro de los demás. Pero antes de que podamos ver y aceptar la Luz que hay en los otros, primero debemos ver y aceptar nuestra propia Luz. La única forma de ver nuestra Luz es eliminando el dolor que la cubre. Significa dejar ir el juicio sobre nosotros mismos. Significa permitirnos escuchar a nuestros propios y dolorosos sentimientos. Y significa auto aceptar suavemente lo que escuchamos. Cuando la gente comienza a conocerse a si misma, siempre aparecen algunas trampas. Una de ellas es confundir restricción con supresión. Aunque es importante practicar restricción de nuestras reacciones y dejar espacio para que la Luz entre en la situación, también es esencial que nos permitamos expresar nuestras emociones profundas. La supresión es meter nuestras emociones en algún lugar lejano y fuera de nuestro alcance. Es una forma de juicio porque no nos estamos dando la dignidad humana para permitirnos la expresión honesta de quienes somos. A primera vista, estas reacciones pueden parecer las mismas, pero a largo plazo no lo son. Lo más probable es que si eres como yo, muchas veces seas impaciente contigo mismo. Cuando te deprimes o te asustas o te enfadas, piensas: «no debo sentirme así». Sí, tu objetivo es dejar de ser un esclavo de tus sentimientos. Pero al mismo tiempo, debemos saber que nuestros sentimientos traen mensajes para nosotros. Sólo sentándote pacientemente con tus sentimientos dolorosos y escuchándolos puedes oír lo que están intentando decirte. Piensa en ellos como niños gritando. ¿Por...

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Bodhidarma: Sermón del despertar

Bodhidarma: Sermón del despertar La esencia del Camino es el desapego. Y la meta de aquellos que practican es liberarse de las apariencias. Se dice en los sutras: «El desapego es despertar porque niega las apariencias». La budeidad significa atención sutil. Aquellos mortales cuyas mentes tienen atención natural alcanzan el Camino del despertar y por ello son llamados Buddhas. Se dice en los sutras: «Aquellos que se liberan a sí mismos de toda apariencia son llamados Buddhas». El aspecto de la apariencia como no apariencia no puede apreciarse visualmente sino que únicamente puede conocerse mediante la sabiduría. Cualquiera que escuche y crea esta enseñanza se embarcará en el Gran Vehículo y abandonará los tres reinos. Los tres reinos son codicia, aversión y confusión. Abandonar los tres reinos significa regresar desde la codicia, aversión y la confusión a la moralidad (el camino de la virtud natural sin culpabilidad), Contemplación (con amor benevolente) y la sabiduría (inteligencia natural encontrada en las enseñanzas). Codicia, aversión, y confusión no tienen naturaleza propia (sus aparentes raíces, son las Identidades), son ilusorias y cualquiera capaz de reflexionar verá que la naturaleza de la codicia, aversión y confusión es la naturaleza búdica. Más allá de codicia odio e ignorancia no hay otra naturaleza búdica. Se dice en los sutras: » Los budas sólo se han convertido en budas mientras vivían con los tres venenos y alimentándose del Dharma puro». Los tres venenos son codicia, odio e confusión. El Gran Vehículo es el más grande de los vehículos. Es el transporte de los bodhisattvas, que lo usan todo sin usarlo y que viajan todo el día sin viajar. Así es el vehículo de los bodhisattvas. Se dice en los sutras: «El no vehículo es el vehículo de los Buddhas». Cualquiera que comprenda que los seis sentidos no son reales, que los cinco agregados son ficciones, que ninguno de ellos puede ser localizado en parte alguna del cuerpo, comprende el lenguaje de los Buddhas. Se dice en los sutras: «La cueva de los cinco agregados es el vestíbulo del Chan. La apertura del ojo de la mente es la puerta del Gran Vehículo». No puede ser más claro. No pensar en nada es Chan. Una vez que se sabe, caminar, estar de pie, sentarse o estirarse, todo lo que se haga, es Chan. Saber que la mente es vacío es ver al Buddha. Los Buddhas de las diez direcciones no tienen mente. Ver la no mente es ver al Buddha. Renunciar a uno mismo sin pesar es la caridad más grande. Trascender movimiento e inmovilidad es la mayor de las meditaciones. Los mortales no dejan de moverse, y los arhats permanecen inmóviles. Pero la más elevada de las...

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Breve introducción a la práctica de la meditación Zen

Breve introducción a la práctica de la meditación Zen La práctica de zazen es la esencia del Budismo Zen. Sin zazen no hay Zen. Zazen es la práctica de Buda, la práctica del Despertar de la conciencia. Gracias a Zazen encontramos una gran libertad interior y una gran energía en nuestra vida. Antes de sentarnos en zazen conviene tener presente algunos aspectos prácticos que nos facilitaran la concentración y la estabilidad. Estas recomendaciones conciernen a la verdadera sala de meditación transmitido por los Maestros Zen. A partir de estos consejos, cada uno debe aplicar los que considere más convenientes para sus circunstancias. El lugar. Para hacer Zazen conviene una habitación silenciosa y, en la medida de lo posible, dedicada únicamente a Zazen. No debe ser demasiado oscura ni demasiado luminosa, ni demasiado cálida ni demasiado fría (Demasiado es el origen de todas las perturbaciones). La simplicidad y la limpieza deben ser protegidas. En un altar situado en el centro, se coloca una imagen de Buda, de un Bodisatva o de un santo. De esta manera, ningún demonio ni ningún espíritu maléfico podrá perturbaras. Quemad incienso, encended una vela y ofreced flores. Los Budas y Bodisatvas que preservan la enseñanza auténtica proyectarán su luz sobre ese lugar y lo protegerán. Si lo hacéis así, ese lugar, por pequeño que sea, se convertirá en un verdadero Dojo, en un lugar de alta dimensión espiritual. ¿Cómo sentarse? Caminamos así hasta llegar a nuestro sitio. Por lo general, en los Dojos Zen tradicionales, cada practicante tiene un lugar determinado. En el se encuentra un zafu (cojín de Zazen) y un zafuton (especie de estera o cojín plano). El zafu es un objeto altamente apreciado y respetado en el Zen. No es un cojín vulgar, sino el asiento del Buda. El origen del zafu se remonta al Buda Shakyamuni. Se cuenta que antes de inmovilizarse en Zazen, el Buda se fabricó un cojín de hierbas secas, con el fin de poder bascular la pelvis hacia adelante y poder apoyar con fuerza las rodillas en el suelo. De esta manera se consigue una postura estable y equilibrada y una curva lumbar justa. El zafu nunca debe ser golpeado con el pie, ni arrojado, ni maltratado. Cuando llegamos delante del zafu saludamos con las palmas de las manos juntas (gassho), manifestando así nuestro respeto hacia el lugar en el que nos convertiremos en Buda y nos situamos delante de nuestro zafu, frente al muro, una vez que hemos bordeado el zafu por la izquierda. Nos sentamos sobre el zafu tranquilamente, sin precipitación y sin dejarnos caer como un peso muerto. Controlamos el movimiento que nos conduce de la posición erguida a la posición sedente. Nos sentamos...

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Fe en la Mente – Hsin-hsin-ming

Fe en la Mente – Hsin-hsin-ming Gatha de Seng -Ts’an (tercer patriarca Chan) (Edición Revisada por Yao Feng) No es difícil descubrir tu Mente Búdica Pero no trates de buscarla. Cesa de aceptar y rehusar los posibles lugares Donde pienses que puedas encontrarla Y aparecerá ante ti. ¡Ponte sobre aviso! La más leve preocupación de preferencia Abrirá un abismo tan grande y profundo Como el espacio entre el cielo y la tierra. Si quieres encontrar tu Mente Búdica No albergues opiniones acerca de nada. Las opiniones dan lugar al argumento Y la contienda es una enfermedad de la mente. Sumérgete en las profundidades. La quietud es profunda. No hay nada profundo en las aguas superficiales. La Mente Búdica es perfecta e incluye el universo. No carece de nada y nada tiene en exceso. Si piensas que puedes escoger entre sus partes Perderás su esencia fundamental y extraordinaria. No te afierres a lo externo; las cosas opuestas, Las cosas que existen como relativas. Acéptalas todas imparcialmente Y no tendrás que perder tiempo en decisiones inútiles. Juicios y discriminaciones bloquean el flujo Y suscitan las pasiones. Agitan la mente que necesita paz y tranquilidad. Si vas de esto a aquello, o de aquí para allá, O hacia cualquiera de los incontables opuestos, Perderás de vista el todo, el Uno. Siguiendo un opuesto serás guiado fuera de curso, Fuera del centro armonioso que está en equilibrio. ¿Cómo puedes esperar ganar el Uno? Decidir lo qué es, es determinar lo que no es. Pero determinar lo que no es, puede ocuparte tanto, Que llegará a ser lo que es. Mientras más hables y pienses, más te alejarás. Cesa de hablar y pensar y lo encontrarás en todas partes. Si dejas que todas las cosas regresen a su curso, eso está bien, Pero si dejas de pensar que esa es tu meta Y que de eso depende el triunfo, Y luchas y luchas en lugar de simplemente dejar pasar, No estarás practicando Zen. En el momento que comienzas a discriminar y preferir Pierdes la señal en el camino. Buscar lo real es una indagación falsa Que también debe ser abandonada. Simplemente deja pasar. Cesa de buscar y escoger, Las decisiones hacen surgir confusiones Y en la confusión, ¿a dónde irá la mente? Todos los pares de opuestos surgen de la Única y Suprema Mente Búdica. Acepta los opuestos con una gentil resignación. La Mente Búdica permanece en calma y en quietud, Mantén tu mente en su interior y nada podrá perturbarte. Lo ofensivo y lo dañino cesarán de existir. Los sujetos cuando se separan de sus objetos se desvanecen Indisputablemente como los objetos Cuando se separan de sus sujetos, se desvanecen también. Cada uno...

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